El cuerpo de Santa María Goretti |
Impresionante el testimonio de vida de esta niña. Nacida en el seno de una familia humilde, recibió una honda vida de piedad y oración de sus padres. Desde muy pequeña deseaba ardientemente hacer la primera comunión -algo que en aquellos años era poco común a tan corta edad- y al final lo pudo hacer con doce años.
A esa edad, decidió afrontar la muerte antes que sucumbir ante las propuestas indecentes de un joven -de nombre Alejandro- que la deseaba.
Santuario de Ntra. Señora de la Gracia donde se encuentra el cuerpo de la santa |
La capilla |
La niña grita, pero el ruido no llega hasta el exterior. Al no conseguir que la víctima se someta, Alejandro la amordaza y esgrime un puñal. María se pone a temblar pero no sucumbe. Furioso, el joven intenta con violencia arrancarle la ropa, pero María se deshace de la mordaza y grita:
-No hagas eso, que es pecado... Irás al infierno.
Poco cuidadoso del juicio de Dios, el desgraciado levanta el arma: -Si no te dejas, te mato. Ante aquella resistencia, la atraviesa a cuchilladas. La niña se pone a gritar:
-¡Dios mío! ¡Mamá!, y cae al suelo.
Creyéndola muerta, el asesino tira el cuchillo y abre la puerta para huir, pero, al oírla gemir de nuevo, vuelve sobre sus pasos, recoge el arma y la traspasa otra vez de parte a parte; después, sube a encerrarse a su habitación.
María recibió catorce heridas graves y quedó inconsciente.
En el lecho de muerte, y ante la pregunta de si perdonaba a su agresor, respondió:
-Sí, lo perdono por el amor de Jesús, y quiero que él también venga conmigo al paraíso. Quiero que esté a mi lado... Que Dios lo perdone, porque yo ya lo he perdonado.
Es el día 6 de julio de 1902. A las tres de la tarde, entra al cielo.
El lugar exacto del martirio de S. Maria Goretti |
Su casa, ahora convertida en capilla |