Policlínico Tor Vergata |
Hoy quiero agradecer a Dios por este año de vida que me ha concedido: un año que no me esperaba que fuera así, con todas las características que humanamente queramos ponerle: duro, difícil, complicado –no puedo negarlo-; pero al mismo tiempo, lleno de muchas bendiciones y “caricias” divinas: he experimentado la cercanía de Dios, el poder y la eficacia de la oración, la intercesión de los santos, la amistad, el cariño y el aprecio de tanta gente. Un año inolvidable.
Nuestra vida esta en las manos del Señor. La de todos. Somos solamente administradores y tenemos que dar frutos de los cuales Él nos pedirá cuentas un día. Mucho o poco, a Dios le interesa que se lo demos todo.
Se inicia otra cuenta más de 365 días, otro año más. Quiero ser eficaz, luchar cada día, con alegría sobrenatural, dándolo todo en cada momento, le pido al Señor su gracia...
Gracias a todos por estar a mi lado, por sus muestras de cariño –llamadas, mensajes, saludos- en este día especial. He festejado este día iniciando el momento decisivo del tratamiento; ayer precisamente ingresé al hospital para iniciar el procedimiento hacia el trasplante el próximo 14 de julio. Estaré internado entre 30 y 40 días. Me encomiendo a sus oraciones. Les aseguro las mías.
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