lunes, 6 de julio de 2015

Mártir por defender su pureza: Santa María Goretti

El cuerpo de Santa María Goretti

Impresionante el testimonio de vida de esta niña. Nacida en el seno de una familia humilde, recibió una honda vida de piedad y oración de sus padres. Desde muy pequeña deseaba ardientemente hacer la primera comunión -algo que en aquellos años era poco común a tan corta edad- y al final lo pudo hacer con doce años.

A esa edad, decidió afrontar la muerte antes que sucumbir ante las propuestas indecentes de un joven -de nombre Alejandro- que la deseaba.

Santuario de Ntra. Señora de la Gracia
donde se encuentra el cuerpo de la santa

La capilla

La niña grita, pero el ruido no llega hasta el exterior. Al no conseguir que la víctima se someta, Alejandro la amordaza y esgrime un puñal. María se pone a temblar pero no sucumbe. Furioso, el joven intenta con violencia arrancarle la ropa, pero María se deshace de la mordaza y grita: 

-No hagas eso, que es pecado... Irás al infierno. 

Poco cuidadoso del juicio de Dios, el desgraciado levanta el arma: -Si no te dejas, te mato. Ante aquella resistencia, la atraviesa a cuchilladas. La niña se pone a gritar: 

-¡Dios mío! ¡Mamá!, y cae al suelo.

Creyéndola muerta, el asesino tira el cuchillo y abre la puerta para huir, pero, al oírla gemir de nuevo, vuelve sobre sus pasos, recoge el arma y la traspasa otra vez de parte a parte; después, sube a encerrarse a su habitación. María recibió catorce heridas graves y quedó inconsciente.

En el lecho de muerte, y ante la pregunta de si perdonaba a su agresor, respondió: 

-Sí, lo perdono por el amor de Jesús, y quiero que él también venga conmigo al paraíso. Quiero que esté a mi lado... Que Dios lo perdone, porque yo ya lo he perdonado.

Es el día 6 de julio de 1902. A las tres de la tarde, entra al cielo.

El lugar exacto del martirio de S. Maria Goretti

Su casa, ahora convertida en capilla

sábado, 4 de julio de 2015

Cumpleaños, felicitaciones, hospital...¡¡Gracias!!

Policlínico Tor Vergata

Hoy quiero agradecer a Dios por este año de vida que me ha concedido: un año que no me esperaba que fuera así, con todas las características que humanamente queramos ponerle: duro, difícil, complicado –no puedo negarlo-; pero al mismo tiempo, lleno de muchas bendiciones y “caricias” divinas: he experimentado la cercanía de Dios, el poder y la eficacia de la oración, la intercesión de los santos, la amistad, el cariño y el aprecio de tanta gente. Un año inolvidable. 

Nuestra vida esta en las manos del Señor. La de todos. Somos solamente administradores y tenemos que dar frutos de los cuales Él nos pedirá cuentas un día. Mucho o poco, a Dios le interesa que se lo demos todo. 

Se inicia otra cuenta más de 365 días, otro año más. Quiero ser eficaz, luchar cada día, con alegría sobrenatural, dándolo todo en cada momento, le pido al Señor su gracia...

Gracias a todos por estar a mi lado, por sus muestras de cariño –llamadas, mensajes, saludos- en este día especial. He festejado este día iniciando el momento decisivo del tratamiento; ayer precisamente ingresé al hospital para iniciar el procedimiento hacia el trasplante el próximo 14 de julio. Estaré internado entre 30 y 40 días. Me encomiendo a sus oraciones. Les aseguro las mías.