La sala de estar -"il soggiorno"- del Colegio |
Luego de tres semanas, he vuelto a casa. Gracias a Dios terminé este ciclo de quimioterapia. Quiero agradecer a todo el equipo médico del área de hematología y el Day Hospital del Campus Bio-Medico, por todo el tratamiento que me han dado desde el primer día hasta ahora. Ahora iré a otra hospital al Policlínco Tor Vergata a seguir con el tratamiento.
Esta vez el descanso será solamente de una semana. El próximo viernes iré al hospital para quedarme internado y comenzar el proceso que me llevará al trasplante de médula ósea que, Dios mediante, tendrá lugar el 14 de julio.
Por ahora, reponer fuerzas para afrontar el "sprint final".
¿De qué sirve haber aguantado toda la carrera y no ser capaz de llegar a la meta? No es el momento de rendirse aunque haya cansancio. ¡Es el momento de darlo todo! Dios hará el resto.
Me encomiendo a sus oraciones...
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