Esta mañana al terminar la Misa con el P. Efra, el fotógrafo oficial |
Cerca de mil seiscientos sacerdotes hemos concelebrado hoy en la Misa Crismal –y la bendición de los Santos Óleos- junto al Santo Padre. Ha sido una solemne eucaristía, en la que hemos renovado nuestra entrega, nuestras promesas sacerdotales, las que le hicimos a Dios el día de nuestra ordenación.
En la homilía -que recomiendo leerla completa- nos recordó el “cansancio” de los sacerdotes:
«Tengamos bien presente que una clave de la fecundidad sacerdotal está en el modo como descansamos y en cómo sentimos que el Señor trata nuestro cansancio».
Durante la homilía |
«Este cansancio en medio de nuestra actividad suele ser una gracia que está al alcance de la mano de todos nosotros, sacerdotes (cf. ibíd., 279). iQué bueno es esto: la gente ama, quiere y necesita a sus pastores! El pueblo fiel no nos deja sin tarea directa, salvo que uno se esconda en una oficina o ande por la ciudad en un auto con vidrios polarizados. Y este cansancio es bueno, es un cansancio sano.
Bendicón del Crisma |
Los sacerdotes concelebrantes |
Es el cansancio del sacerdote con olor a oveja..., pero con la sonrisa de papá que contempla a sus hijos o a sus nietos pequeños. Somos los amigos del Novio, esa es nuestra alegría. Si Jesús está pastoreando en medio de nosotros, no podemos ser pastores con cara de vinagre, quejosos ni, lo que es peor, pastores aburridos. Olor a oveja y sonrisa de padres... Sí, bien cansados, pero con la alegría de los que escuchan a su Señor decir: “Vengan a mí, benditos de mi Padre “(Mt 25,34)».
De izquierda a derecha:el P. Bernardo, P. Pablo y P. Jesús |
FELIZ DIA SACERDOTAL! LOS HEMOS ENCOMENDADO A TODOS
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