COMENZANDO UNA NUEVA AVENTURA

Me embarco en una nueva aventura. Una idea que venía dándole vueltas desde hace mucho tiempo. Un espacio para compartir experiencias de vida y de mi ministerio sacerdotal, para encontrar y encontrarnos –con los “viejos” “no tan viejos” y “nuevos” amigos-;para dejar aflorar aquello que va creciendo en el corazón y en la cabeza; para abrir nuevos caminos –divinos- que nos conduzcan a esa meta que anhelamos, a ese puerto seguro para nuestra barca, que nos hagan retomar el impulso y la ilusión de nuestro andar, a anclar firmemente aquello que nos une: la fe, la alegría de ser cristianos, la amistad, el recuerdo, los buenos momentos compartidos…

Y nada mejor que iniciar esta aventura en el día de la Epifanía del Señor –que aquí celebramos hoy- pidiéndole que nos mueva siempre a buscarle y que tengamos siempre el deseo de emprender el camino siguiendo, como lo hicieron los Magos, la estrella que nos conduzca hasta encontrarnos con El. Y yo quiero pedir a los Reyes Magos que me ayuden a no desfallecer en estas líneas que intentaré escribir cada vez...

Esta mañana después de la Misa en el Angelus