-A los 45 años tuve a mi última hija! Y eso que ya no quería tener más.
Me lo dice una de las señoras que todos los días pasa por mi cuarto para hacer la limpieza.
-¿De verdad?
-Si, y por cesárea. Me habían dicho que era riesgoso y que incluso podía nacer con una malformación en la mano. Creo que Dios se acercaba a mí y decidí seguir adelante. Di a luz en la 34 semana...Y la niña sana! Sin ninguna malformación.
Comienza a contarme que tiene cuatro hijos que viene de una familia numerosa –“eramos diez hermanos”- y que su mamá le decía que recordara siempre esto, sobre todo cuando llegaran las “penas” en la familia.
-Cada vida es una bendición, un regalo de Dios, imagino que su hija es la “joya” de la familia…
-Así es, ahora tiene diez años y es la alegría de mi casa. Se llama Marta. Estoy contenta porque ahora se prepara para la primera comunión…
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