jueves, 22 de enero de 2015

Luego de unos días intensos

El ocaso -il tramonto- desde la ventana de mi cuarto en el hospital

Es bello contemplar los últimos rayos del sol cuando el día está por acabar, te recuerdan que a pesar del día que pudiste haber tenido siempre hay luz y al mismo tiempo te da esperanza de volver a ver esos mismo rayos el día siguiente. Cada día de vida es un milagro de Dios. 

Ayer terminé cinco días de intenso tratamiento. Gracias a Dios todo bien. La parte más dura -la quimio- ya ha pasado. Ahora queda esperar unos días más en el hospital, en observación y para controlar los efectos secundarios -que se puedan dar- y para reponerme físicamente. 

Gracias a todos por sus oraciones y compañía. Yo también los encomiendo.

5 comentarios:

  1. Dios es amor Lee y por amor te seguirá cuidando.

    ResponderEliminar
  2. Me alegro que haya salido bien del tratamiento le pediré a Dios no sufra tantos efectos secundarios y se reponga físicamente. Así será con la ayuda de nuestra Madre Santísima que está pendiente de sus hijo Padre Lee..... En la distancia siempre en las oraciones, ni un paso atrás como decimos los maestros...........

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si, seño Silvia! ni un paso atrás...gracias por los animos!

      Eliminar
  3. Gracias Clau! Unidos en oración siempre...

    ResponderEliminar